Seguramente habrás oído en algún momento la palabra “depuración“ o quizá a varios de tus amigos/as “voy a hacerme una dieta détox”. Pero, ¿realmente sabemos para qué sirven las curas depurativas y en qué consisten? El proceso de depuración o detoxificación consiste en una fase de limpieza de nuestro organismo de toxinas, excesos de líquidos y otro tipo de impurezas que se van acumulando en nuestras células y órganos sin apenas darnos cuenta y que además impiden el correcto funcionamiento del mismo. En concreto son dos los órganos implicados en la depuración natural de dichos residuos. Éstos son el hígado y los riñones. Pero no siempre son capaces de realizar este proceso de limpieza de forma 100% efectiva. Y de ahí que necesiten un apoyo extra por nuestra parte.
Los motivos o las razones que nos llevan a esta situación de saturación de nuestro organismo son muchos y variados. Los síntomas que nos ayudan a deducir que estamos sufriendo esta circunstancia son también heterogéneos y no todos son muestras evidentes. Así que a continuación intentaremos descubrir y detallar qué casos son los que principalmente necesitan un proceso détox.
Las comidas con la familia, amigos, compañeros de trabajo nos aportan momentos de alegría, pero ¿qué ocurre cuando son una seguida a otra? ¿O épocas del año donde el tipo de comida es más intensa, más rica en carbohidratos y grasas indicados para reservar energía, propio de estaciones como invierno? Debido a estos hábitos, llega un momento en el que las digestiones se hacen pesadas, aparecen flatulencias, etc, síntomas que comienzan a ser uno más en nuestro día a día. Estos síntomas nos ayudan a detectar que nuestro hígado necesita pasar por el túnel de lavado.
Una cura depurativa con, por ejemplo, esencia de limón (2 gotas al día por vía oral durante 21 días) nos ayudará a limpiar nuestro hígado y afrontar la alergia desde otra perspectiva. Por ejemplo, un tipo de paciente que sería conveniente hacer una cura depurativa es aquel que sufre de manera casi frecuente los inoportunos “ataques de gota”. En este caso, es el riñón el que necesita un proceso de detoxificación.
Los riñones no han sido capaces de metabolizar de manera eficiente el exceso de aminoácidos, produciendo los dolores insoportables en las articulaciones, sobre todo en el dedo gordo del pie. O un adolescente con acné juvenil, su hígado está tan activo que comienza a generar por el mismo un exceso de grasa. Cuando el acné se encuentra en pleno brote, recurriremos a las Oleocaps 1 para tratar la infección de los granos. Una vez hayan remitido es el momento para realizar una cura depurativa. El estado de ánimo: las emociones negativas recurrentes suelen afectar al hígado y a otros órganos dificultándoles sus funciones depurativas signos que se manifiestan en por ejemplo una piel apagada sin color ni luz.
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